¿Qué le hace diferente a los demás jabones?

Tradicionalmente, y resumiendo un poco,  los jabones se elaboran mediante la combinación de una disolución de sosa cáustica (en torno a un 13%)  y una grasa vegetal o animal.  Esta combinación de ambas, durante un tiempo de reposo, va a dar lugar a un tercer producto que es el jabón.

Vamos a encontrarnos con jabones maravillosos, dependiendo, principalmente, de la calidad del componente graso que se haya utilizado; digo, principalmente, porque también depende de la procedencia de la sosa cáustica, ya que puede obtenerse incluso de las cenizas de diversas plantas, esto ya es un lujo raro de encontrar, si no es en mercados medievales que mantienen un estricto puritanismo en sus formas tradicionales.

En cualquier caso, la totalidad de los jabones para llegar a serlo han de pasar por el proceso de saponificación, es decir, que todos los aceites, grasas, mantecas corporales, etc, que se han utilizado en su elaboración, con el fin de hacerlos beneficiosos para nuestra piel, todos ellos van a ser transformados en una pastilla de jabón.

El jabón de glicerina (que posee menos de un 2% de sosa, frente al ya comentado 13% de un jabón normal) ya se ha convertido en jabón, ya ha sufrido esa transformación cuando se le añade el componente graso adicional, lo que hace la gran diferencia.

La piel que recibe el jabón de glicerina enriquecido con mantecas y aceites, va a encontrarse verdaderamente con esos aceites tan beneficiosos para la piel, no se va a encontrar con un jabón que procede de estos aceites.

Cuando aplicamos un jabón de glicerina con aceite, por ejemplo, de rosa mosqueta,

estamos aplicando el aceite de rosa mosqueta directamente a nuestra piel, no un aceite de rosa mosqueta transformado en jabón (lo cual, no dejaría de ser un crimen y un despilfarro, si tenemos en cuenta el precio del aceite de rosa mosqueta), y se podría decir que todas las propiedades del aceite de rosa mosqueta pasarían a nuestra piel, gracias a estar disueltas en la pastilla de jabón de glicerina.

Esta es básicamente, la principal diferencia con el resto del mundo.  El jabón de glicerina es un verdadero aliado en la salud de la piel.  No daña, no reseca, no altera, es una base perfecta para aplicar cualquier aceite a una piel que acaba de ser limpiada .. por él mismo.